Rosa Arjó Pérez (Huesca, 1885 – Zaragoza, 1918) fue una maestra aragonesa que ejerció entre los años 1907 y 1918 en las provincias de Soria y Zaragoza. Contribuyó a que el magisterio conquistara el reconocimiento de la sociedad de aquel tiempo. En 1905 fue destinada a Almazán (Soria). En 1908 ganó la plaza en la escuela de El Castillo, en el barrio de Las Delicias de Zaragoza. En 1914 el Ayuntamiento de Zaragoza le otorgó la Cruz de Beneficencia ,y el Gobierno de España, la Cruz de Alfonso XII por «su heroico y caritativo comportamiento» en el verano de 1913, en el balneario de Segura (Teruel), al frente de una colonia escolar zaragozana. Había un grupo de treinta y una niñas y cinco de ellas contrajeron la fiebre tifoidea. A partir de ese momento, Rosa Arjó permaneció junto a las niñas enfermas, desoyendo los consejos que le daban quienes afirmaban que estaba asumiendo un grave riesgo para su salud. Todos los días mandaba una crónica al Heraldo de Aragón para mantener informadas a las familias. Era directora de la escuela de Las Delicias de Zaragoza en 1918 cuando murió prematuramente a los treinta y dos años, víctima de la gripe.